El presidente colombiano, Gustavo Petro, desató polémica al revelar que Claudia Sheinbaum, la nueva presidenta de México, brindó ayuda al grupo guerrillero M-19 durante tiempos de clandestinidad en México. Estas declaraciones surgieron después de la histórica elección de Sheinbaum como la primera presidenta del país.
Según Petro, Sheinbaum, una científica de 61 años de origen judío, proporcionó apoyo al M-19 durante su lucha revolucionaria. Esta revelación ha generado debate sobre el pasado político de Sheinbaum y su papel en la izquierda mexicana.
Las declaraciones de Petro han suscitado opiniones encontradas. Algunos la ven como una valiente luchadora social que ha dedicado su vida a la causa de la izquierda, mientras que otros cuestionan su conexión con un grupo guerrillero.
La relación entre Petro y Sheinbaum ha sido cercana, como lo demuestra su interacción en eventos políticos y su amistad declarada en redes sociales. Sin embargo, estas revelaciones podrían influir en la percepción pública de Sheinbaum y plantear preguntas sobre su idoneidad para liderar México en un momento crucial de su historia.
Independientemente de las opiniones divergentes, queda claro que Sheinbaum enfrentará importantes desafíos en su presidencia, incluida la lucha contra el crimen organizado y la gestión de la economía en un país afectado por la pobreza y el bajo crecimiento económico.
La elección de Sheinbaum marca un hito en la historia de México, pero también plantea interrogantes sobre su pasado y su visión para el futuro del país. Su liderazgo será fundamental para abordar los desafíos que enfrenta México en los próximos años.