Antioquia enfrenta una crisis sin precedentes en su sistema de salud. La reciente decisión de la EPS Sura de solicitar su retiro voluntario y cesar operaciones después de 30 años ha dejado a más de 3 millones de afiliados en el limbo. Esta situación se suma a los problemas que ya enfrentaban los usuarios de otras EPS intervenidas o con problemas financieros en el departamento.
El impacto de la partida de Sura es significativo, pues representaba el 44% de los casi 7 millones de afiliados al sistema de salud en Antioquia. La EPS operaba en 41 municipios, proporcionando servicios a través de una vasta red de clínicas y hospitales. Con su retiro, 3 millones de personas deben esperar la decisión de la Superintendencia de Salud sobre su futuro.
Además de Sura, otras EPS en Antioquia también enfrentan dificultades. Savia, la segunda EPS con más afiliados en el departamento, está bajo intervención de la Supersalud desde hace casi un año, afectando a 1.6 millones de usuarios. Nueva EPS, que atiende a 968,136 personas, y Sanitas, con 146,865 afiliados, también están intervenidas. Compensar, otra EPS importante en el departamento, ha solicitado su liquidación voluntaria, afectando a casi 7,000 personas.
Dimensiones del problema
La salida de Sura no solo deja un vacío en la cobertura de salud, sino que también pone en riesgo la atención de enfermedades crónicas y de alto costo. Sura había logrado tasas bajas de mortalidad materna y sífilis, además de avances en la detección temprana de cáncer de mama. Ahora, enfermedades como la diabetes, VIH, y cáncer, que requerían un manejo continuo y especializado, quedan en una situación precaria.
¿Hacia dónde irán los afiliados?
La gran pregunta es hacia dónde se dirigirán los 3 millones de afiliados de Sura. La normativa actual restringe que las EPS bajo intervención puedan recibir nuevos usuarios, lo que complica el traslado a Nueva EPS o Sanitas. Las opciones más viables serían Salud Total y Coosalud, que tendrían que asumir la carga de estos usuarios. Sin embargo, no está claro si tienen la capacidad para hacerlo sin comprometer la calidad del servicio.
Golpe a los hospitales públicos
Los hospitales públicos de Antioquia ya estaban en una situación financiera crítica debido a las deudas de las EPS. Con la salida de Sura, que era una de las EPS más cumplidas en términos de pagos, los hospitales enfrentan una mayor incertidumbre. Cerca del 80% de los hospitales públicos tienen déficit financiero, y la deuda total de las EPS asciende a $800,000 millones, de los cuales $300,000 millones corresponden a EPS ya liquidadas.
Medidas de mitigación en Medellín
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, ha anunciado medidas para fortalecer la red pública de salud en respuesta a la crisis. Se invertirán $4,000 millones en la Unidad Hospitalaria de Buenos Aires para aumentar su capacidad. Además, se han destinado $76,000 millones para recuperar la red de salud pública, con una parte significativa de los fondos dirigidos al Hospital General y Metrosalud.
El Hospital General de Medellín, que ha enfrentado serias dificultades, ha recibido $31,300 millones y se espera una nueva transferencia de $15,200 millones. A pesar de los problemas, se han reabierto servicios cruciales como camas de hospitalización y cuidados intensivos. Metrosalud, por su parte, ha recibido $17,500 millones, con una inyección adicional de $10,900 millones prevista.
Conclusión
La situación de la salud en Antioquia es alarmante. La salida de Sura y las dificultades de otras EPS han dejado a millones de personas en la incertidumbre. Las medidas de emergencia y las inversiones anunciadas por el gobierno local buscan mitigar los efectos inmediatos, pero la solución a largo plazo requerirá un esfuerzo concertado y estructural para estabilizar y mejorar el sistema de salud en el departamento.
