En medio de una intensificación del conflicto armado en el Cauca, 350 personas se encuentran confinadas en una iglesia en el corregimiento de La Toma, municipio de Suárez. Desde hace 72 horas, esta comunidad ha buscado refugio en una iglesia cristiana para escapar de los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y los disidentes del Estado Mayor Central de las Farc.
El conflicto estalló en la madrugada del lunes 20 de mayo, cuando las disidencias lanzaron un ataque contra una guarnición militar en Suárez. Silvio Chará, líder comunitario de La Toma, narró cómo la Guardia Cimarrona y el Consejo Comunitario, en medio del fuego cruzado, lograron evacuar a la comunidad utilizando banderas blancas.
“La comunidad a esta hora espera que los entes del Gobierno nos indiquen que ya se hizo el barrido total y que las garantías están dadas para el regreso a nuestros hogares,” señaló Chará. En la iglesia, la comunidad ha improvisado una cocina y colchonetas para pasar la noche, mientras que los niños reciben clases a través de talleres a distancia debido al cierre de la escuela. Los ancianos pasan el día en los corredores del centro religioso.
Las autoridades locales han afirmado que la situación humanitaria ha desbordado sus capacidades, pero han enviado ayuda humanitaria al sitio para atender a la comunidad desplazada. La comunidad insiste en que se realice un barrido exhaustivo de la zona para asegurar que no queden explosivos sin detonar en el camino de regreso a sus hogares.
“La insistencia es al Gobierno Nacional y a los grupos armados para que nos saquen del conflicto. A nosotros no nos suma y tampoco nos resta su presencia en el territorio. Solo queremos que nos dejen vivir en paz, nosotros no somos partícipes de este conflicto armado,” añadió Chará.
El contexto de orden público en el Cauca sigue siendo tenso. Los disidentes atacaron simultáneamente una estación de Policía en Morales, resultando en cuatro muertos, y la guarnición militar en Suárez. En respuesta, el presidente Gustavo Petro viajó al Cauca para supervisar la situación personalmente, y las Fuerzas Militares han enviado 200 uniformados de las Fuerzas Especiales para reforzar la seguridad en la región.
La comunidad de La Toma espera con ansias una solución que les permita regresar a sus hogares de manera segura y retomar su vida en paz, lejos de los estragos del conflicto armado.