Antioquia enfrenta una severa crisis debido a la temporada de lluvias, que ha afectado a 84 de sus 125 municipios, con emergencias como deslizamientos, inundaciones y avenidas torrenciales. Carlos Ríos, director del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Antioquia (Dagran), ha informado que hasta ahora, la cifra de damnificados asciende a 6.600 personas. En respuesta, nueve municipios han declarado calamidad pública para gestionar de manera efectiva la situación.
La región de Urabá ha sido la más afectada, con aproximadamente 1.000 hectáreas comprometidas por los eventos climáticos. Sitios como Apartadó, Turbo y Necoclí han experimentado las consecuencias más graves de esta temporada. En Yondó, Magdalena Medio, la situación es particularmente crítica, mientras que otras áreas como el Occidente, Oriente y Suroeste de Antioquia también enfrentan situaciones de emergencia.
El Dagran, en cooperación con los municipios, ha desplegado equipos técnicos y recursos como maquinaria amarilla y ayudas humanitarias. Se han activado sistemas de alerta temprana y medidas preventivas para mitigar el impacto de las lluvias y asegurar la seguridad de los habitantes. Aunque se ha registrado una muerte en Carepa, esta aún está bajo investigación para determinar si fue causada directamente por las lluvias.
Las autoridades continúan monitoreando de cerca la evolución de las condiciones climáticas y exhortan a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de seguridad, especialmente en zonas propensas a inundaciones y deslizamientos. La comunidad debe evitar lugares abiertos durante tormentas eléctricas y mantenerse alejados de quebradas y ríos, dada la alta probabilidad de eventos repentinos y peligrosos.