La inflación en Colombia ha mostrado una tendencia decreciente durante los últimos 13 meses, ubicándose en un 7,16% en el último año, según el último informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Este dato representa una ligera disminución respecto al 7,36% registrado en marzo, reflejando un alivio en la presión sobre los precios al consumidor en el país.
En abril, la tasa de inflación mensual fue del 0,59%, menor al 0,78% observado en el mismo mes del año anterior, y apenas por encima de la estimación del 0,57% proyectada por los analistas consultados en la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República.
Los principales impulsores de la inflación durante el mes fueron los sectores de alimentos y bebidas no alcohólicas, que registraron un incremento del 1,16%, y el de alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que aumentó un 0,93%. Estos sectores aportaron significativamente a la variación mensual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue del 0,59%.
La inflación anual más alta se observó en Valledupar con un 9,35%, mientras que las ciudades con menor dinámica inflacionaria fueron Villavicencio con un 5,36%, Popayán con un 5,48%, y Neiva con un 6,09%. Medellín registró una inflación anual de 7,41%, ligeramente por encima del promedio nacional.
El Banco de la República ha ajustado sus proyecciones para la inflación de 2024, anticipando que cerrará el año en 5,1%, una revisión a la baja desde el 5,4% estimado inicialmente. Este ajuste se atribuye a una disminución de las presiones inflacionarias en los bienes, influenciada por una tasa de cambio del dólar que ha permanecido por debajo de los 4.000 pesos durante la mayor parte del año.
Estas cifras sugieren que, aunque la inflación sigue siendo un desafío, la tendencia descendente podría ofrecer un respiro a las familias colombianas, mejorando su capacidad de compra y contribuyendo a la estabilidad económica general del país.