En una clara manifestación de descontento con la politización del Día del Trabajo, la Confederación General del Trabajo (CGT) de Antioquia ha decidido no participar en las marchas previstas para el 1 de mayo. Este anuncio llega tras la declaración del presidente Gustavo Petro, quien expresó su deseo de unirse a las celebraciones en la Plaza de Bolívar en Bogotá, un acto que ha sido interpretado por la CGT como un intento del mandatario de capitalizar políticamente este día tradicionalmente dedicado a los derechos laborales.
La decisión de la CGT refleja una creciente preocupación por la preservación del carácter independiente y no partidista de las conmemoraciones del Día Internacional del Trabajo. «El presidente intenta descaradamente tomarse las calles y robarse el protagonismo con su comité de aplausos», declaró un portavoz de la CGT, subrayando la inquietud de que la participación del presidente pueda desviar la atención de las verdaderas reivindicaciones y luchas de los trabajadores.

En respuesta a la situación, la CGT Antioquia ha optado por organizar un evento alternativo, que se llevará a cabo en el auditorio Hotel San Ignacio Plaza, comenzando a las 10:00 de la mañana. Este evento busca mantener el espíritu original del 1 de mayo como una jornada para reflexionar y actuar en pro de las mejoras laborales, alejado de influencias políticas gubernamentales.
La medida de la CGT ha resonado en varios sectores del movimiento sindical, revelando una división entre aquellos que apoyan la participación presidencial como un gesto de unidad en la lucha por los derechos laborales y aquellos que defienden la autonomía del movimiento obrero frente a la política partidista. Esta situación destaca el delicado equilibrio entre la política y los derechos laborales en un contexto de tensiones sociales y políticas crecientes.