El proyecto hidroeléctrico Hidroituango, crucial para la producción energética de Colombia, enfrenta un desafío significativo debido al bloqueo de sus accesos por manifestantes del municipio de Toledo. La interrupción amenaza la generación de 1.200 megavatios de energía, esencial para la red nacional, particularmente en un periodo crítico exacerbado por el fenómeno del niño.
Desde tempranas horas del miércoles, residentes locales han impedido el acceso al personal, obstruyendo tanto las rutas terrestres como fluviales hacia la planta. Esta situación ha paralizado las actividades necesarias para el mantenimiento y operación de la central, incluyendo la implementación de fases adicionales del proyecto y medidas de seguridad críticas aguas abajo. Entre estas últimas, se encuentra el taponamiento definitivo del túnel derecho y labores subacuáticas, las cuales requieren de asistencia técnica continua.
La compañía EPM, a cargo de la construcción y operación de Hidroituango, ha expresado su preocupación por la seguridad de su personal y la continuidad del servicio eléctrico nacional. En un comunicado reciente, EPM advirtió sobre la posibilidad de racionamiento de energía a nivel nacional si el bloqueo persiste, lo cual podría tener repercusiones significativas en la economía y en el bienestar de los colombianos.
Para enfrentar esta crisis, EPM está negociando con los manifestantes en una mesa de concertación, buscando soluciones que permitan reanudar las operaciones de manera segura y efectiva. Mientras tanto, el tráfico no relacionado con el proyecto continúa fluyendo sin restricciones por la zona, manteniendo la normalidad en otros ámbitos de transporte local. La resolución de este conflicto es urgente para evitar impactos a largo plazo en la infraestructura energética y en la estabilidad de la región.