En un reciente giro político en Antioquia, la Asamblea Departamental se encuentra en el ojo del huracán tras la orden del Consejo Nacional Electoral (CNE) de convocar nuevas elecciones para su mesa directiva. Esta medida busca garantizar la inclusión de representantes de partidos en oposición, un movimiento que ha desatado tensiones palpables entre los diputados locales y las autoridades electorales.
La decisión del CNE fue anunciada el 11 de abril y otorga un plazo de 48 horas para la organización de los comicios internos, un mandato que responde a una acción de tutela interpuesta por Manuel García, diputado del Pacto Histórico, quien señaló la falta de diversidad política en la actual composición de la mesa directiva. Este cuerpo es presidido por Andrés Felipe Bedoya, del partido más votado en las elecciones del 29 de octubre de 2023, lo que ha elevado las tensiones en la región, ya que muchos ven esta acción como una medida para reequilibrar el poder dentro de la duma.
En respuesta, Bedoya anunció que la Asamblea presentará un recurso de reposición, apelando al artículo 3 de la Resolución 02061 de 2024, que permite este recurso dentro de los diez días siguientes a la notificación de una decisión. «La elección se realizó conforme a las normativas vigentes y refleja la voluntad de nuestros electores. Defenderemos este principio en todas las instancias necesarias», declaró Bedoya, destacando que la decisión final del CNE dependerá de las pruebas presentadas por la mesa directiva.
Mientras tanto, el ambiente político en Antioquia sigue cargado de incertidumbre. Las repercusiones de este enfrentamiento no solo afectan la estabilidad de la mesa directiva, sino que también plantean interrogantes sobre la efectividad de la representación política en la región. Con la posibilidad de una nueva elección en el horizonte, los ciudadanos de Antioquia esperan que sus líderes resuelvan estos conflictos con transparencia y respeto por la pluralidad política, elementos esenciales en cualquier democracia que se precie de serlo.