En Medellín, la Semana Santa ha traído consigo una significativa alza en la venta de pescado, reportando un impresionante aumento del 60% en comparación con el periodo previo a la festividad. A pesar de que los precios han experimentado un incremento, la tradición de consumir pescado durante estos días sagrados permanece firme entre las familias de la capital de Antioquia, marcando una vez más el arraigo de las costumbres religiosas en la ciudad.
La vigilia de Semana Santa, una práctica que involucra abstenerse de comer carne roja como símbolo de sacrificio y reflexión, es observada por numerosas familias en Medellín. Este año, a pesar de la subida en los costos del pescado, muchos han decidido continuar con esta tradición, adaptando sus menús para incluir platos a base de pescado fresco, como sancochitos y acompañamientos típicos de la región.
Los comerciantes locales, como Paulina Ramírez, quien trabaja en una pesquería en La Minorista, han observado esta tendencia de cerca. Aunque el precio de variedades populares como la tilapia y la basa ha aumentado desde los $13.000 por kilo del año pasado a $18.000 y $17.000 respectivamente, la demanda sigue en alza. Este fenómeno subraya la importancia de la Semana Santa como una época de fuerte consumo de pescado, impulsado tanto por la fe como por la cultura local.
Para aquellos que planean adquirir pescado en estos días, los expertos ofrecen consejos valiosos para asegurar la frescura del producto, tales como verificar el color de las agallas, que deben ser rojas en pescados frescos, y la firmeza al tacto, indicadores clave de la calidad. A medida que Medellín se prepara para observar la Semana Santa, queda claro que, más allá de los precios, la tradición de consumir pescado se mantiene como una práctica arraigada y significativa para muchas familias.