La Nueva EPS, una de las principales entidades promotoras de salud en Colombia, se encuentra en una encrucijada financiera tras reportar pérdidas significativas que ascienden a los 411.838 millones de pesos durante el 2023. Esta situación ha desencadenado una serie de medidas drásticas por parte de su nueva administración, liderada por el doctor Aldo Cadena, quien asumió recientemente la presidencia de la entidad. En su primera rueda de prensa, Cadena expuso un panorama desalentador: la EPS ha visto cómo su patrimonio se desplomó de 480.000 millones a tan solo 73.000 millones de pesos en un año, evidenciando la profunda crisis que atraviesa.
Uno de los hallazgos más alarmantes presentados por Cadena fue el descubrimiento de pasivos ocultos que podrían incrementar aún más las cifras rojas. Este descubrimiento ha llevado a la dirección a ordenar una auditoría forense, con la esperanza de aclarar el verdadero estado financiero de la entidad y determinar la magnitud total de las pérdidas.
La situación se agrava con un indicador de siniestralidad que ha superado el umbral del 100%, situándose en 102%. Esto significa que la Nueva EPS está gastando más en la prestación de servicios de salud a sus afiliados de lo que recibe, poniendo en jaque su sostenibilidad financiera. Este problema es especialmente crítico dado que la entidad asegura a más de 10.8 millones de colombianos, representando una pieza clave en el sistema de salud del país.
Como parte de las estrategias para enfrentar esta crisis, Cadena anunció un cambio radical en la política de contratación de la entidad. La nueva dirección busca democratizar el proceso de contratación y asegurar que el 60% de este se realice con el sector público, siguiendo las normativas existentes. Además, se tomará una medida contundente: la liquidación de todos los contratos con los prestadores de servicios de salud que no cumplan con los estándares de atención requeridos. Esta decisión busca renovar las bases de la contratación y mejorar la calidad del servicio que recibe el afiliado.
Adicionalmente, la junta directiva está evaluando opciones para la capitalización de la entidad, incluida la posibilidad de solicitar préstamos, en un esfuerzo por estabilizar financieramente a la EPS.
La llegada de Cadena a la presidencia de la Nueva EPS marca un punto de inflexión en la historia de la entidad. Con una misión clara de recuperación y no de liquidación, el nuevo presidente enfrenta el reto de restaurar la viabilidad financiera y la confianza en una de las EPS más grandes de Colombia. Esta situación no solo es un desafío para la dirección de la Nueva EPS, sino también un llamado de atención sobre la urgencia de reformas estructurales dentro del sistema de salud colombiano, para garantizar su sostenibilidad y la calidad del servicio a los millones de afiliados que dependen de él.
