En un acontecimiento histórico para la justicia colombiana, Luz Adriana Camargo ha sido designada como la nueva Fiscal General de la Nación, marcando el cierre del proceso de selección más prolongado que el país haya visto en años recientes. La decisión, tomada por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, ve a Camargo superar a sus competidoras, consolidando no solo su reputación como jurista sino también su compromiso con la lucha contra la corrupción y la parapolítica.
Camargo, quien es la segunda mujer en ocupar este alto cargo después de Viviane Morales en 2011, tiene una trayectoria destacada que abarca más de dos décadas de servicio público. Graduada de la Universidad de la Sabana, inició su carrera manejando casos de homicidio y delitos comunes, para luego especializarse en la investigación de la corrupción y parapolítica, áreas en las que ha dejado una marca indeleble. Entre 1997 y 2004, su dedicación y habilidad la llevaron a ser fiscal delegada ante la Corte Suprema, periodo durante el cual jugó un papel crucial en importantes investigaciones de corrupción gubernamental.
Su carrera también la vinculó estrechamente con el actual ministro de Defensa, Iván Velásquez, con quien compartió labores en la Comisión de Apoyo Investigativo de la Sala Penal de la Corte Suprema, logrando significativos avances en la lucha contra la parapolítica en Colombia. Este equipo dinámico, conocido por su eficacia y compromiso con la justicia, fue responsable de la condena de más de cincuenta políticos, marcando un antes y después en la historia judicial del país.
Más allá de las fronteras nacionales, Camargo ha tenido un impacto global en su lucha contra la corrupción. En 2013, se unió a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) como jefa de investigación y litigio, donde lideró procesos contra políticos y funcionarios públicos corruptos. Su trabajo en Guatemala y, posteriormente, como parte del equipo de seguimiento especial de la relatoría de la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ha reforzado su perfil como una defensora incansable de la justicia y los derechos humanos.
La elección de Luz Adriana Camargo como Fiscal General de la Nación es un testimonio de su incansable dedicación y compromiso con la integridad y la justicia. Su historia, marcada por la perseverancia, la excelencia profesional y un claro enfoque en la lucha contra la corrupción, no solo inspira confianza en el sistema judicial colombiano sino que también refleja el cambio progresivo en la representación y liderazgo femenino dentro de las instituciones más importantes del país. Con esta nueva designación, Colombia se prepara para entrar en una nueva era de justicia, esperando que Camargo continúe su notable labor en este nuevo y desafiante rol.