La más reciente encuesta Invamer, publicada en febrero de 2024, ha destapado un renovado sentido de optimismo en las principales ciudades de Colombia, impulsado en gran medida por la reciente toma de posesión de los nuevos alcaldes. Este cambio de guardia en la administración local ha inyectado una dosis de esperanza no solo en las urbes que lideran sino también en la percepción general del gobierno del presidente Petro y otras instituciones del país.
El estudio, que compara la opinión pública desde hace tres décadas, destaca que la llegada de líderes como Carlos Fernando Galán, Federico Gutiérrez, Alejandro Eder, Álex Char y Jaime Andrés Beltrán ha marcado un antes y un después en el ánimo colectivo de las ciudades. Medellín, bajo la batuta de «Fico» Gutiérrez, ha experimentado un cambio drástico en la percepción del bienestar, duplicando el porcentaje de personas que sienten que la ciudad está en mejoramiento, pasando de 21 a 46 por ciento.
Sin embargo, este aire de renovación no se traduce de igual manera en todas las ciudades. Bogotá, por ejemplo, muestra un optimismo más contenido hacia su alcalde, Carlos Fernando Galán, reflejando una percepción positiva que apenas supera el porcentaje de votantes que lo eligieron, sin lograr aún revertir el pesimismo sobre el futuro de la ciudad. A su vez, Alejandro Eder en Cali disfruta de una «luna de miel» con la ciudadanía, que no se veía desde las épocas de liderazgos anteriores, al lograr una popularidad del 64%, veinte puntos por encima de su margen electoral.
La encuesta también señala un repunte en la aprobación del presidente Gustavo Petro, rompiendo una tendencia de deterioro y posicionándolo en una mejor situación respecto a su predecesor Iván Duque. A pesar de este cambio positivo, Petro sigue enfrentando un panorama de impopularidad, con un 35% de aprobación frente a un 58% de desaprobación.
El panorama se extiende a otras instituciones y figuras políticas del país, mostrando una mejora general en la percepción pública, aunque con algunas excepciones como la Fiscalía General, cuya percepción positiva cayó en medio de cambios de liderazgo. Este conjunto de datos refleja no solo el impacto de los nuevos mandatarios locales en el ánimo de los colombianos sino también una compleja trama de expectativas y desafíos que enfrenta el país en su conjunto.
Este optimismo recién encontrado en las ciudades grandes de Colombia, de acuerdo con la encuesta Invamer, marca un punto de inflexión que podría tener implicaciones significativas en el futuro político y social del país. Los ciudadanos parecen dar crédito a los nuevos liderazgos municipales por una mejora en la dirección de sus ciudades, mientras mantienen una mirada crítica y esperanzada hacia el escenario nacional.