El crecimiento económico de Colombia en 2023 cayó estrepitosamente a un 0,6%, muy por debajo del dinamismo del 7,5% registrado en 2022, según informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Esta cifra, que no alcanzó las proyecciones de los analistas, que esperaban un crecimiento entre el 0,9% y el 1,4%, ha desatado una ola de críticas hacia la directora del DANE, Piedad Urdinola, por su respuesta ante la disminución. Urdinola, al ser cuestionada sobre la pronunciada caída, comentó que «nada dura para siempre», en referencia a los altos niveles de crecimiento postpandemia, lo que generó controversia y fue tildado por algunos líderes políticos como una burla hacia la grave situación económica del país.
La declaración de Urdinola ha sido fuertemente criticada tanto en el ámbito político como en el social, con la senadora María Fernanda Cabal y el excandidato presidencial Enrique Gómez, entre otros, expresando su descontento y calificando la respuesta de «mal chiste» y «vergonzosa». Estas críticas se suman al descontento general por el manejo de la economía bajo la administración actual, especialmente en sectores cruciales como la construcción, la industria manufacturera y el comercio y transporte, que no solo han visto disminuciones significativas en su rendimiento sino que también son grandes generadores de empleo.
A pesar de las adversidades, algunos sectores como la administración pública y defensa, y las actividades financieras y de seguros, mostraron un crecimiento notable, con un 3,9% y un 7,9% respectivamente, lo que sugiere que el gasto público y ciertas políticas monetarias han tenido un impacto positivo. No obstante, el efecto retardado de la reducción de tasas de interés por parte del Banco de la República y las estrategias de los bancos comerciales para ofrecer créditos a menor costo, apuntan a esfuerzos por mitigar las dificultades económicas que enfrentan los ciudadanos y las empresas.
La situación económica de Colombia y la polémica respuesta de la directora del DANE resaltan los desafíos que enfrenta el país para recuperar la estabilidad y el crecimiento sostenido. La expectativa de mejora y el llamado a una mayor claridad y acciones concretas por parte de los responsables de la política económica son más fuertes que nunca, en un contexto de incertidumbre y preocupación por el futuro inmediato.