El presidente Gustavo Petro ha lanzado una serie de propuestas para abordar la crisis política y electoral que sacude a Venezuela, sorprendiendo a muchos al instar a Nicolás Maduro, su aliado en la región, a liderar una «solución política que lleve paz y prosperidad» al país vecino. En medio de los cuestionamientos sobre los resultados electorales del pasado 28 de julio, donde el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la reelección de Maduro con el 52% de los votos, Petro ha solicitado que se realicen «nuevas elecciones libres» en Venezuela.
Petro también sugirió levantar todas las sanciones económicas y políticas impuestas a Venezuela, argumentando que esta medida permitiría aliviar las finanzas del país y crear un entorno más favorable para resolver la crisis. El presidente colombiano propuso, además, una «amnistía general nacional e internacional» que podría abarcar desde los cargos que enfrentan Maduro y otros altos funcionarios del régimen en Estados Unidos, hasta aquellos relacionados con el narcotráfico y el lavado de dinero.
Otra de las propuestas de Petro incluye la creación de un «gobierno de cohabitación transitorio», en el que tanto el chavismo como la oposición compartan el poder de manera temporal. Esta propuesta se basa en el modelo del Frente Nacional colombiano, un acuerdo político que permitió la alternancia del poder entre los partidos Liberal y Conservador durante 16 años, poniendo fin a un periodo de violencia política en Colombia.
La reacción a estas propuestas ha sido mixta. Mientras que el gobierno de Brasil ha apoyado la idea de unas nuevas elecciones, la líder opositora venezolana, María Corina Machado, criticó duramente la iniciativa, señalando que ya se realizaron elecciones bajo condiciones adversas y que la oposición ganó a pesar del fraude. Machado enfatizó que no se deben repetir las elecciones hasta que Maduro acepte los resultados.
