El presidente Gustavo Petro ha lanzado serias acusaciones contra exfuncionarios, alegando que están involucrados en interceptaciones ilegales para desestabilizar su administración. Durante la ceremonia de ascensos de la Policía Nacional, Petro denunció que estos antiguos empleados, expulsados del gobierno, estarían organizando operaciones de espionaje fuera del ámbito gubernamental.
«Antiguos chuzadores, echados del gobierno, se están organizando para chuzar por fuera del gobierno, para destruir el gobierno», afirmó Petro. El mandatario aseguró que su administración no participa en prácticas de interceptación ilegal y subrayó que cualquier funcionario involucrado en tales actividades sería removido inmediatamente.
Petro insistió en que las agencias de inteligencia de su gobierno no han interferido ilegalmente en las comunicaciones de nadie. «Todas las cuerpos de inteligencia dicen, aquí no se ha interferido a nadie de manera ilegal. Entonces, ¿de dónde sale esa noticia?», cuestionó el presidente, sugiriendo que las acusaciones podrían ser parte de una campaña de desinformación destinada a debilitar su gobierno.
El presidente también criticó la difusión de noticias basadas en rumores y cadenas de WhatsApp, sugiriendo que estas tácticas están siendo utilizadas para fracturar las relaciones del gobierno con otras ramas del poder público. «Están intentando debilitar al gobierno, rompiendo sus relaciones internas y sus relaciones con las otras ramas del poder público con fake news», añadió.
Petro concluyó reafirmando su compromiso con la legalidad y la transparencia en su administración, y solicitó a las autoridades judiciales que investiguen cualquier indicio de interceptaciones ilegales por parte de exfuncionarios. La situación subraya la tensa atmósfera política en Colombia, donde las acusaciones de espionaje y desinformación añaden complejidad a un panorama ya de por sí convulso.
