En una declaración conjunta con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el presidente colombiano Gustavo Petro propuso la realización de un plebiscito en Venezuela como parte de las próximas elecciones programadas para el 28 de julio. Esta propuesta, que Petro ha transmitido tanto al presidente venezolano Nicolás Maduro como a los representantes de la oposición, busca garantizar derechos políticos y la seguridad de los participantes en el proceso electoral.
La iniciativa surge en un contexto político tenso, marcado por la exclusión de candidatas populares como María Corina Machado y Corina Yoris de la contienda electoral venezolana, en circunstancias controvertidas. Maduro, por su parte, afirma que todos los partidos políticos registrados tuvieron la oportunidad de inscribir candidatos, aunque persisten dudas sobre la equidad del proceso electoral.
Petro, quien recientemente visitó Venezuela por sexta vez desde que asumió el cargo, parece estar buscando una solución diplomática y democrática a la inestabilidad en Venezuela, un país que ha enfrentado sanciones internacionales y un significativo éxodo migratorio debido a la crisis política y económica.
El concepto de un plebiscito en este contexto podría proporcionar una plataforma para que la población venezolana exprese directamente sus opiniones sobre una cuestión específica en democracia, aunque estos mecanismos no son necesariamente vinculantes, como se evidenció en Colombia con el plebiscito por la paz en 2016.
Esta propuesta coincide con declaraciones de Lula en Bogotá, quien enfatizó la importancia de la paz y la estabilidad en el continente, destacando que «la guerra solo trae muerte y destrucción». La situación en Venezuela continúa siendo un tema crucial en la política regional, con implicaciones significativas para la estabilidad y la seguridad en América Latina.