Desde Cartagena, el presidente Gustavo Petro anunció el fin de la relación entre su Gobierno y las comisiones económicas del Congreso, tras el hundimiento de su reforma tributaria. Durante la inauguración de un nuevo edificio de aulas en la Institución Universitaria Colegio Mayor de Cartagena, el mandatario se mostró visiblemente molesto y aseguró que los congresistas de las comisiones terceras “no tienen ya nada más que hablar con nosotros, ni nosotros nada que esperar de ellos”.
El presidente dejó claro que su Gobierno buscará alternativas para garantizar la aprobación del presupuesto nacional o la gestión de créditos, enfrentándose a un Congreso que, en sus palabras, ha cerrado las puertas al diálogo. “Ellos verán si aprueban presupuestos o créditos, ya veremos cómo nos defendemos”, aseguró.
Petro también aprovechó para reafirmar su compromiso con la educación, anunciando que, pese al fracaso de la reforma tributaria, el presupuesto destinado a este sector no solo se mantendrá, sino que será incrementado. “Un gobierno responsable debe actuar como un padre de familia responsable, y la mayor parte de sus recursos deben destinarse a la educación de su niñez y juventud”, sostuvo.
El mandatario insinuó que su estrategia ahora será acercarse más a las regiones y priorizar proyectos que beneficien directamente a la ciudadanía. “Mi labor será caminar y caminar, inaugurando espacios de educación para la juventud de Colombia”, concluyó.
La ruptura entre el Ejecutivo y las comisiones económicas del Congreso plantea un escenario preocupante para la gobernabilidad en un momento crítico. Sin apoyo legislativo, la administración Petro enfrentará mayores dificultades para avanzar en reformas clave y garantizar la ejecución del presupuesto 2025. Este distanciamiento podría derivar en un desgaste político acelerado y un estancamiento institucional que afecte no solo las finanzas públicas, sino también la estabilidad del país.
