El Tour Colombia 2.1, una de las competencias más emblemáticas del ciclismo colombiano, no se llevará a cabo en 2025. La ministra del Deporte, Luz Cristina López, afirmó que la decisión de no asignar recursos al evento responde a la necesidad de priorizar la inversión en el deporte base y procesos de formación, argumentando que el certamen «no le deja nada al país».
En sus declaraciones, López aseguró que, aunque el Tour Colombia tuvo momentos destacados en ediciones anteriores con la participación de figuras como Egan Bernal y Nairo Quintana, su costo estimado entre 8.000 y 10.000 millones de pesos no justifica su realización. Según la ministra, ese dinero puede tener un impacto mucho mayor al ser destinado a fortalecer el deporte escolar y el desarrollo regional de nuevas generaciones de atletas.
La respuesta de Fedeciclismo y la controversia
La Federación Colombiana de Ciclismo expresó su descontento por la cancelación y señaló que el Ministerio del Deporte ofreció recursos insuficientes para el evento, dejando la carga de financiación en manos de la Federación y los patrocinadores privados. En un comunicado, la Federación destacó que los fondos disponibles se destinarán a impulsar competencias nacionales y el desarrollo de talentos jóvenes.
Sin embargo, la frase de la ministra López, en la que sostuvo que el Tour Colombia «no le deja nada al país», generó críticas entre aficionados y sectores del ciclismo. Los defensores del evento consideran que su impacto trasciende lo deportivo, ya que fomenta el turismo, visibiliza al país a nivel internacional y consolida a Colombia como potencia del ciclismo mundial.
Impacto en el ciclismo nacional
La decisión deja un vacío en el calendario deportivo del ciclismo colombiano, que había recuperado este espacio en 2024 tras dificultades previas. La cancelación representa una oportunidad perdida para que el país albergue a las máximas figuras del ciclismo mundial y refuerce su tradición en esta disciplina.
Mientras la prioridad de recursos se inclina hacia el deporte base, el debate sobre el equilibrio entre inversión en formación y la realización de eventos de alto perfil continúa dividiendo opiniones en el ámbito deportivo.