La política de Paz Total impulsada por el presidente Gustavo Petro enfrenta un momento crítico tras confirmarse la ruptura interna en la disidencia Segunda Marquetalia. Este miércoles, los Comandos de Frontera y la Coordinadora Guerrillera del Pacífico, liderada por Walter Mendoza, anunciaron su separación definitiva del liderazgo de Iván Márquez, citando “diferencias irreconciliables” en torno a los enfoques y términos de las negociaciones con el Gobierno.
En un comunicado conjunto, los grupos escindidos declararon su intención de seguir buscando la paz, desligándose completamente del nombre y la sigla Segunda Marquetalia. “La paz no puede girar alrededor de una persona o personas. La paz no es propiedad privada o exclusiva de unos”, señalaron, marcando distancia del enfoque centralizado que atribuyen a Márquez.
El quiebre comenzó a hacerse evidente el pasado fin de semana cuando se filtró una carta de Márquez desautorizando encuentros entre su delegación y representantes del Gobierno. Este desacuerdo interno culminó en la separación anunciada por los comandantes de los grupos disidentes, quienes ratificaron su compromiso de continuar negociando con el Ejecutivo y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, buscando un acuerdo integral para la desmovilización y la reconciliación en los territorios afectados por el conflicto.
Este desarrollo genera un desafío significativo para los esfuerzos del Gobierno, que ha buscado consolidar pactos con múltiples actores armados como parte de su estrategia de desarme y reintegración. Al mismo tiempo, la división podría abrir nuevas posibilidades en el diálogo con actores menos afines al control centralizado de la Segunda Marquetalia, lo que permitiría avanzar hacia una paz más descentralizada y adaptada a las realidades territoriales.