Pedro Adán Torres, presidente del Partido Demócrata Colombiano, denunció haber recibido amenazas de muerte por parte del Clan del Golfo en un intento de frenar la presentación de una nueva terna para la elección del alcalde encargado de Sitionuevo, Magdalena. Las amenazas, recibidas a través de mensajes de WhatsApp, incluyen intimidaciones explícitas, asegurando que lo “picarán en pedacitos” y abandonarán sus restos si continúa con el proceso.
El municipio enfrenta un contexto político complejo tras la destitución del alcalde electo por doble militancia, dejando el cargo en manos de una elección provisional. Según Torres, las amenazas buscan coaccionarlo para influir en las decisiones del partido y mantener un control indirecto sobre el proceso electoral. La gravedad de los mensajes ha encendido alarmas en las instituciones, dado que incluyen detalles sobre su familia y ubicación, lo que evidencia la capacidad operativa de los criminales.
El líder político rechazó rotundamente estas amenazas, asegurando que no cederá ante el crimen organizado y solicitando al Gobierno Nacional garantías de seguridad para él, su familia y los miembros de su partido. La representante a la Cámara, Ana Rogelia Monsalve, también del Partido Demócrata Colombiano, exigió acciones inmediatas al presidente Gustavo Petro y a la Unidad Nacional de Protección, denunciando la inacción frente a solicitudes de seguridad previas que datan de hace cinco meses.
Este caso subraya la amenaza que el crimen organizado representa para la democracia en Colombia, especialmente en regiones vulnerables donde su influencia ha permeado procesos institucionales. Las declaraciones de Torres y Monsalve reafirman la importancia de proteger la integridad de quienes defienden la legalidad y la transparencia en el país, especialmente en medio de un escenario electoral crucial.