En un audio reciente que ha generado revuelo, Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), habla de la posibilidad de una reelección de Gustavo Petro y los desafíos que enfrentaría tal iniciativa. Bolívar afirmó que, aunque Petro no ha manifestado interés directo en buscar un segundo mandato, dentro del Pacto Histórico algunos líderes han impulsado la idea de modificar la Constitución para permitirlo. Sin embargo, según Bolívar, “tocar la reelección sería como romper el orden institucional, algo como entrar en la tónica de los Maduros”. A su juicio, imponer una reelección no contaría con el respaldo suficiente en el Congreso ni entre los ciudadanos, quienes ven en la figura de Petro una alternativa democrática.
Bolívar mencionó que la falta de apoyo en el Congreso complica cualquier plan de reelección, y dejó claro que las reformas actuales han sido posibles gracias a alianzas con partidos tradicionales. Estos acuerdos burocráticos han permitido al Ejecutivo avanzar con algunas de sus propuestas clave, pero también han traído críticas desde sectores progresistas, que consideran que el gobierno ha cedido demasiado terreno a figuras ajenas al “progresismo puro”.

Además de la cuestión de la reelección, Bolívar se refirió a las limitaciones del tiempo presidencial restante para proponer una Asamblea Constituyente que facilite reformas de fondo. Aunque algunos líderes de izquierda han sugerido esta vía para implementar transformaciones profundas, Bolívar aseguró que organizar una Constituyente en el corto plazo sería “jurídicamente inviable”, debido a los requisitos de convocatoria y deliberación. También señaló que cualquier esfuerzo en este sentido podría enfrentar resistencias significativas, dado que una Constituyente podría alterar el actual equilibrio de poderes y leyes fundamentales.
Finalmente, en el audio también se mencionaron problemas con nombramientos en el servicio exterior, en los que funcionarios no afines al gobierno mantienen posiciones clave. Bolívar reveló que el Ejecutivo ha recibido quejas sobre consulados manejados por figuras opositoras y que el Ministerio de Relaciones Exteriores estaría evaluando estos casos en medio de los compromisos adquiridos con otros partidos.
Esta serie de declaraciones pone en evidencia las tensiones internas y la realidad de un gobierno que, pese a su agenda transformadora, enfrenta restricciones y complejidades políticas tanto en el ámbito interno como en su intento de mantener el respaldo de sus seguidores y aliados.