Estados Unidos celebra hoy, 5 de noviembre de 2024, unas elecciones históricas que determinarán el rumbo del país en los próximos cuatro años, con la participación de más de 240 millones de ciudadanos habilitados para votar. Los principales contendientes son el expresidente republicano Donald Trump, quien aspira a un segundo mandato no consecutivo, y la actual vicepresidenta Kamala Harris, del Partido Demócrata, que asumió la candidatura tras la renuncia de Joe Biden el pasado julio.

Hasta el momento, más de 82 millones de votantes ya ejercieron su derecho a través del voto anticipado, cifra que representa alrededor del 45% de la participación total de las elecciones de 2020. Este año, el alto interés en los comicios refleja la profunda polarización del país, con votantes que buscan decidir sobre temas clave como el control de armas, la economía, el acceso a los derechos reproductivos y las relaciones exteriores con actores como China y Rusia
Las encuestas muestran una contienda extremadamente cerrada, con una leve ventaja para Trump en estados clave como Arizona, Carolina del Norte y Georgia, mientras que Harris lidera en Míchigan, Wisconsin y Pensilvania. Este resultado es crucial, ya que la carrera depende de los 93 votos electorales que aportan estos «estados bisagra». En caso de empate en el Colegio Electoral (269-269), el resultado podría depender del voto de la Cámara de Representantes, un escenario que no se ve desde las elecciones de 1800
Además de la presidencia, hoy se renuevan los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 33 del Senado, por lo que el partido que gane podría tener control legislativo y ejecutivo. El futuro de estas elecciones no solo definirá el liderazgo de Estados Unidos, sino también el tono de la política global en un momento de desafíos económicos y geopolíticos sin precedentes.