En una medida sorpresiva, el presidente argentino Javier Milei decidió destituir a su canciller luego de que este votara a favor de una resolución en la ONU que exige el fin del embargo de Estados Unidos a Cuba. La decisión fue anunciada por el gobierno argentino, indicando que el voto emitido por el canciller no representaba la postura oficial del país y que había generado un conflicto dentro de su gabinete.
La votación, que ha sido apoyada por la mayoría de los países miembros de la ONU, se interpreta como una demanda de la comunidad internacional para que Estados Unidos reevalúe su postura hacia la isla. Sin embargo, la destitución del canciller muestra la posición de Milei en favor de mantener alineaciones estratégicas con Washington, considerando el embargo como una decisión soberana de Estados Unidos.
Este cambio en el gabinete argentino ha generado un debate sobre la autonomía en política exterior y sobre los lineamientos internos que rigen las decisiones diplomáticas del país. Los analistas consideran que la decisión de Milei también puede enviar un mensaje de alineación más estrecha con la política estadounidense, lo que representa un giro en comparación con la administración anterior.
La destitución subraya la visión de Milei hacia una política exterior en sintonía con la de Estados Unidos, lo cual podría repercutir en las relaciones de Argentina con otros países de la región, como Brasil y México, quienes han apoyado la resolución.