El presidente Gustavo Petro ha vuelto a insistir en la necesidad de que Colombia abandone la dependencia de los hidrocarburos. Durante la clausura de la Feria de Economías para la Vida, Petro lanzó una propuesta audaz: que Ecopetrol, la empresa estatal de petróleo, realice una transformación radical, o como él la llamó, un «exorcismo», para dejar atrás el petróleo y centrarse en el desarrollo de proyectos basados en la inteligencia artificial y las energías limpias.
Petro se dirigió específicamente a Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, instándolo a que comience este proceso de transición cuanto antes. “Ricardo, usted que ha estado en las reuniones, Ecopetrol tiene que hacer una especie de exorcismo, quítese el petróleo de la cabeza y métele la inteligencia artificial”, afirmó el mandatario. La visión del presidente es clara: para convertir a Ecopetrol en una empresa más poderosa y acorde con las necesidades del futuro, debe diversificar su enfoque, alejándose de los combustibles fósiles y apostando por tecnologías más limpias y sostenibles.
El mandatario fue enfático en señalar que Colombia debe dejar de depender del petróleo, el carbón y el gas en un plazo máximo de 10 años, ya que, según Petro, después de ese tiempo no habrá retorno posible en la crisis climática. Además, subrayó que el cambio en la matriz productiva es necesario no solo para enfrentar los desafíos ambientales, sino también para evitar que Colombia quede rezagada en el escenario global, en un momento en que muchos países están reduciendo su dependencia de los combustibles fósiles.
Petro mencionó que Barranquilla será una ciudad clave en esta transición, ya que cuenta con el potencial para desarrollar iniciativas de energía limpia a gran escala, integrando inteligencia artificial y redes eléctricas inteligentes. Según el presidente, Colombia tiene la capacidad para generar hasta 65 gigavatios de energía, lo que representa tres veces más que lo que el país produce actualmente.
Además de su enfoque en la transición energética, el presidente aprovechó su discurso para lanzar críticas hacia otros sectores. Entre ellos, mencionó el proyecto del metro de Bogotá, sugiriendo que ha sido mal gestionado y refiriéndose a lo que consideró una «chambonada» en la ejecución del mismo. Petro abogó por el desarrollo de infraestructura más inteligente y sostenible, como el transporte férreo, señalando la carretera entre Villavicencio y Puerto Gaitán como un ejemplo de dónde podría desarrollarse este tipo de infraestructura.
Finalmente, Petro reiteró la urgencia de su plan al señalar que, en poco tiempo, la producción de vehículos a gasolina podría detenerse a nivel global, lo que aceleraría la necesidad de que países como Colombia se adapten a las nuevas realidades económicas y tecnológicas. El presidente dejó claro que el tiempo es limitado y que los próximos 10 años serán cruciales para definir el rumbo del país en términos energéticos y medioambientales.
Con este discurso, Petro busca consolidar su visión de una Colombia que se desligue del petróleo y se encamine hacia un futuro más sostenible, en el que la inteligencia artificial y las energías limpias jueguen un papel protagónico en la economía nacional.
