El Clan del Golfo continúa expandiendo su influencia en Colombia, diversificando sus actividades ilegales y consolidando un millonario negocio criminal: el ‘gota a gota’. Informes de inteligencia del Ejército y la Policía Nacional revelan que esta organización, que surgió del narcotráfico, ahora maneja una red de préstamos ilegales que ha extendido sus tentáculos por los departamentos de Antioquia, Córdoba, Sucre, Atlántico y Cesar.
El sistema ‘gota a gota’ consiste en prestar dinero de manera informal y rápida, pero con tasas de interés exorbitantes, que pueden llegar al 20% sobre lo prestado. Sin trámites legales, estos préstamos han capturado a miles de colombianos, quienes terminan atrapados en una espiral de deudas insostenibles. Este modelo, además de lavar dinero proveniente de otras actividades ilícitas como el narcotráfico y la extorsión, permite al Clan mantener un férreo control territorial.
Los prestamistas, aunque no se identifican inicialmente como miembros del Clan del Golfo, recurren a la violencia extrema cuando las víctimas no pueden pagar. Amenazas con armas de fuego, disparos a las casas y desplazamientos forzados son algunas de las tácticas usadas para intimidar a quienes no cumplen con los pagos.
Este negocio ilegal ha crecido a tal punto que el Clan del Golfo ya tiene presencia en 24 de los 32 departamentos del país, expandiéndose también a otros países de América Latina. Sin una regulación clara y con el vacío legal que permite estas prácticas, el ‘gota a gota’ sigue generando enormes ganancias para el grupo criminal, alimentando su capacidad bélica y extendiendo el sufrimiento de miles de familias colombianas.
