El presidente Gustavo Petro ha lanzado una advertencia contundente en medio del debate por la aprobación del proyecto de presupuesto para 2025, asegurando que, de no conseguir los votos necesarios en el Congreso, recurrirá a la expedición por decreto. Según Petro, la Constitución le permite esta medida si el legislativo no llega a un acuerdo, y señaló que la principal traba es la negativa de varios congresistas a aprobar una nueva reforma tributaria.
El Gobierno busca un presupuesto de $523 billones, pero se enfrenta a la oposición de al menos 30 congresistas que consideran necesario un recorte de $20 billones, quedando en $511 billones, o incluso $499 billones en las propuestas más radicales, como la de la senadora Angélica Lozano. Estos legisladores se niegan a respaldar el proyecto con base en una ley de financiamiento que aumentaría los impuestos a los «super ricos», mientras que el presidente argumenta que dicha ley no afectará a las clases medias y que reducirá los impuestos a las empresas, excepto a las mineras.
El presidente del Senado, Efraín Cepeda, ha sido una de las voces más críticas, indicando que cuentan con los votos suficientes para rechazar el presupuesto si no se ajusta a las demandas del Congreso. Cepeda insistió en que un presupuesto desfinanciado afectaría negativamente los programas sociales y pidió al presidente Petro enfocarse en mejorar la ejecución presupuestal y reducir los gastos improductivos.
Por su parte, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, calificó la advertencia de Petro como una «dictadura fiscal», sugiriendo que el Gobierno debería buscar consenso en lugar de imponer su propuesta.
El debate sigue abierto, y esta semana será clave para definir el futuro del proyecto de presupuesto, que aún está rodeado de controversias y exigencias por parte del Congreso.