En una decisión que vuelve a poner en jaque los esfuerzos por modernizar el sistema electoral en Colombia, la Corte Constitucional ha declarado inexequible, por segunda vez, la reforma al Código Electoral. La Sala Plena de la Corte, con ponencia de los magistrados Cristina Pardo y Antonio José Lizarazo, fue unánime en su fallo, citando múltiples vicios de trámite durante el paso del articulado por el Congreso.
Esta reforma, impulsada originalmente por el exregistrador Alexander Vega, buscaba implementar cambios significativos como la inclusión de tecnologías para el voto electrónico mixto, la ampliación del horario de votación, y la implementación de un registro civil específico para comunidades étnicas. Sin embargo, la Corte encontró que el Congreso no subsanó los errores procesales señalados en un fallo anterior de 2021, lo que llevó nuevamente a la anulación de la reforma.
Entre los vicios identificados, la Corte señaló la falta de consulta previa con comunidades indígenas y la ausencia de una evaluación del impacto fiscal de la reforma, que incluía la creación de nuevos cargos y la adopción de tecnologías avanzadas. Esta omisión fue determinante para que la Corte declarara la reforma como inexequible.
El fallo representa un retroceso para quienes ven en la modernización del Código Electoral una necesidad urgente para garantizar la transparencia y eficiencia en los procesos electorales del país. La reforma había sido presentada nuevamente al Congreso en agosto de 2022, respaldada por el presidente Gustavo Petro y su entonces ministro del Interior, Alfonso Prada. No obstante, con esta decisión, la posibilidad de implementar un sistema electoral más moderno queda en suspenso.
Ahora, el país se enfrenta al desafío de continuar con un sistema electoral que ha estado en vigor desde el siglo pasado, mientras los actores políticos deberán evaluar cómo abordar las fallas señaladas por la Corte si desean reintroducir la reforma en el futuro. La sentencia subraya la importancia de cumplir con todos los requisitos procedimentales, especialmente en proyectos de ley de esta magnitud, para evitar que estos esfuerzos legislativos queden nuevamente frustrados.