En un hecho que marca un nuevo capítulo en la búsqueda de la paz en Colombia, las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN) han anunciado el cese de todas sus actividades armadas en el territorio nacional. La decisión se produce tras la reciente inclusión del grupo en un diálogo sociojurídico con el Gobierno Nacional, un paso que busca poner fin a años de violencia en la región.
El comunicado emitido por las ACSN expresa su intención de avanzar hacia un acuerdo de paz que permita una solución política y negociada al conflicto. «Reiteramos nuestro compromiso con la búsqueda de una solución política y negociada que permita construir una paz duradera y justa para todos», manifestaron. Este anuncio llega en un momento crítico, cuando la violencia en Santa Marta y otras zonas bajo influencia de este grupo ha alcanzado niveles alarmantes, afectando a comunidades enteras.
Las ACSN han ordenado el acuartelamiento de todas sus tropas, tanto en áreas rurales como urbanas, como una muestra de su voluntad de cesar las hostilidades y facilitar el proceso de diálogo con el gobierno del presidente Gustavo Petro. Esta medida busca no solo reducir la tensión en las zonas afectadas, sino también demostrar un compromiso real con el proceso de paz.
El Gobierno, por su parte, ha designado a Óscar Mauricio Silva Osorio como el coordinador para estas negociaciones, mientras que la vocería de las ACSN estará a cargo de Carmen Evelio Castillo Carrillo, alias Muñeca, un conocido líder de la organización que fue capturado en junio de este año. La comunidad internacional, la sociedad civil, los líderes sociales y la iglesia Católica han sido invitados a respaldar este proceso, en un esfuerzo conjunto por alcanzar una paz que se ha hecho esperar durante décadas.
Este cese de acciones armadas se percibe como una oportunidad crucial para reducir la violencia en regiones como Magdalena y La Guajira, donde las ACSN han estado vinculadas a actividades ilícitas como la extorsión y el apoyo logístico a mafias dedicadas al narcotráfico. Ahora, el reto será traducir esta tregua en un acuerdo que conduzca a una paz duradera y que permita a estas comunidades finalmente vivir en tranquilidad.