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Papa Francisco acepta renuncia del obispo Óscar Augusto Múnera Ochoa, acusado de abuso sexual

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El papa Francisco ha aceptado la renuncia del obispo colombiano Óscar Augusto Múnera Ochoa del Vicariato Apostólico de Tierradentro, Córdoba, según confirmó la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Múnera, de 62 años, enfrenta acusaciones de abuso sexual que datan de hace 20 años, según el libro ‘El archivo secreto’ escrito por Juan Pablo Barrientos y Miguel Ángel Estupiñán. El libro lista a 569 sacerdotes denunciados por abuso sexual en los últimos veinte años.

La Conferencia Episcopal de Colombia emitió un breve comunicado confirmando la renuncia del obispo, sin proporcionar detalles adicionales: “Con fecha del 20 de julio de 2024, la Oficina de Prensa de la Santa Sede Apostólica ha informado que el Santo Padre Francisco aceptó la renuncia presentada por S.E. Monseñor Óscar Augusto Múnera Ochoa al gobierno pastoral del Vicariato Apostólico de Tierradentro, encargo que venía desempeñando desde el año 2015”.

El caso de Múnera fue presuntamente encubierto por altos mandos eclesiásticos, incluidos Jairo Jaramillo, exobispo de Santa Rosa de Osos, y los arzobispos Omar Sánchez y Luis José Rueda de Popayán y Bogotá, respectivamente. Juan Pablo Barrientos, coautor del libro que destapó las denuncias, calificó la dimisión de Múnera como «una pequeña victoria para el superviviente», quien ha denunciado amenazas de muerte.

La renuncia de Múnera Ochoa ha suscitado especulaciones debido a que no cumple con la edad canónica de jubilación (75 años) ni presenta problemas de salud, lo que sugiere una conexión directa con las denuncias en su contra. La Conferencia Episcopal, sin embargo, no confirmó esta relación en su comunicado.

Múnera Ochoa, nacido el 27 de mayo de 1962 en San Pedro de los Milagros, Antioquia, fue ordenado sacerdote el 22 de noviembre de 1988. Se desempeñaba como obispo de Tierradentro desde 2015, después de ser nombrado por el papa Francisco en reemplazo de Edgar Hernando Tirado Mazo, quien renunció por alcanzar el límite de edad.

Este caso resalta la continua lucha dentro de la Iglesia Católica para abordar las denuncias de abuso sexual y la necesidad de transparencia y justicia para las víctimas.

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