Las finanzas de millones de hogares colombianos no pasan por su mejor momento y esto se refleja en las cifras del sector financiero. La cartera de crédito se deteriora ante la imposibilidad de los deudores de cumplir con sus obligaciones financieras. Solo en créditos de consumo, las personas tenían pagos atrasados (más de 30 días) por valor de 17 billones de pesos, de los cuales 3,5 billones corresponden a tarjetas de crédito, según un informe de la Superintendencia Financiera con corte a abril.
La calidad de la cartera de crédito ha mostrado una tendencia creciente desde principios de 2023. El centro de estudios económicos Anif advierte que “ese deterioro es particularmente preocupante en los segmentos de crédito de consumo y microcrédito”. El alto costo del crédito, especialmente el de consumo, la menor capacidad de pago de los hogares, el alto costo de vida, el débil crecimiento de la economía y el desempleo han llevado a muchos colombianos a restringir su consumo y cancelar sus tarjetas de crédito para evitar caer en tentaciones financieras.
Hasta abril de 2024, el número de tarjetas de crédito activas en el mercado se había reducido en 1,7 millones desde diciembre de 2022, cuando alcanzó un máximo de más de 16 millones de tarjetas. Solo en los primeros cuatro meses de 2024, se cancelaron 600,000 tarjetas. Además, hasta el cierre de abril, los bancos tenían bloqueadas 2,3 millones de tarjetas debido a atrasos en los pagos de sus titulares.
El ritmo de cancelación de tarjetas de crédito superó al de nuevas activaciones, con un promedio mensual de 333,000 cancelaciones frente a solo 173,200 nuevas tarjetas emitidas. Esto significa que por cada dos tarjetas canceladas, solo una fue aprobada por los emisores.
El consumo con tarjetas de crédito se ha visto restringido, especialmente en categorías de tickets altos como viajes, tecnología, bienestar y ocio. Según Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, “la subida pronunciada de las tasas de interés ha fomentado el ahorro de los hogares, lo que ha llevado a que estén en un modo de consumo defensivo”. Sandra González, directora de medios de pago y tarjetas BBVA en Colombia, señaló que “el uso de las tarjetas de crédito se mantiene en productos de primera necesidad como supermercados, vestuario, educación y gastos del hogar”.
Cifras de Redeban muestran un aumento del 12,5% en las compras del Día del Padre respecto al año pasado, con más de un billón de pesos en transacciones. Sin embargo, el informe mensual de consumo con tarjetas de crédito de Grupo Bancolombia reveló que las compras con tarjetas registraron en mayo un retroceso real del 10,2% y una variación nominal del 3,8%.
El alto nivel de cartera vencida de las tarjetas de crédito, la elevada inflación y la incertidumbre económica han hecho que los consumidores sean más cautelosos en el uso de estos productos financieros. En 2023, el consumo con tarjetas de crédito creció un 31,3% y un 15,6% anual, mientras que este año apenas avanza a un ritmo del 8,3% anual nominal. En los primeros cuatro meses de 2024, el gasto total con tarjeta, incluidos avances en efectivo, superó los 39,2 billones de pesos.
Sandra González del BBVA señaló que “vemos una contracción en el uso de los avances, donde los clientes son más conscientes del costo en el que incurren al realizar esta operación”. Hasta el 21 de junio, el costo promedio de una compra con tarjeta de crédito era de 21,2%, una tasa 8,8 puntos porcentuales inferior a la de hace un año.
Camilo Herrera Mora, presidente de la firma de consultoría Raddar, indicó que el uso de la tarjeta de crédito ha crecido poco en Colombia frente al año pasado, solo un 0,9% en valor comparado con junio de 2023. El consumo con tarjetas representó el 14,1% del gasto total de los hogares en junio de 2024, con el 40,1% de las transacciones en alimentos.