En respuesta al trágico accidente de una cabina de Metrocable el pasado 26 de junio, que dejó un saldo de una persona fallecida y 20 heridas, el Metro de Medellín ha intensificado sus revisiones de seguridad en las cinco líneas de este sistema de transporte. El objetivo es garantizar la seguridad y confianza de los usuarios, empleando tecnologías avanzadas para evaluar cada componente crítico.
Jorge Ramos, jefe de Cables Aéreos del Metro de Medellín, explicó que los análisis se han centrado particularmente en la Línea K, utilizando métodos como radiografías, ultrasonidos y líquidos penetrantes para inspeccionar las partes estructurales y los mecanismos de sujeción de las cabinas. “Desde el momento del accidente, hemos trabajado intensamente con un equipo de profesionales para revisar cada componente de nuestra Línea K y determinar la causa del desprendimiento de una de las telecabinas”, detalló Ramos.
Las inspecciones no se limitan solo a la Línea K. Los cables portadores, que fueron reemplazados el año pasado, y las estructuras de sujeción de todas las líneas también están bajo escrutinio. Hasta el momento, estos elementos han mostrado estar en óptimas condiciones, descartando fallos similares en otras partes del sistema. «Las pruebas dinámicas, que incluyen la verificación de los mecanismos de control y seguridad de las telecabinas en movimiento, son fundamentales para asegurar que todo esté en perfectas condiciones antes de la reapertura», añadió Ramos.

El proceso de revisión incluye la participación de empresas externas especializadas, además del personal del Metro de Medellín. Esto refuerza la transparencia y la rigurosidad de las inspecciones. Para determinar la fecha de reapertura de la Línea K, se están llevando a cabo pruebas de cargas y análisis de los sistemas de frenado, aceleración y desaceleración. La empresa espera tener una fecha oficial para el 15 de julio.
Mientras tanto, los aproximadamente 90,000 usuarios diarios de la Línea K han tenido que adaptarse al uso de buses alimentadores, disponibles en las estaciones Acevedo, Tricentenario y Hospital. El compromiso del Metro de Medellín es garantizar que, una vez reabierta, la Línea K y el resto del sistema de metrocables de la ciudad sean seguros para todos los usuarios.