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Tres militares heridos en ataque con drones en Cauca

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El suroccidente de Colombia vive una grave crisis de seguridad. Este miércoles 12 de junio de 2024, un ataque terrorista perpetrado por las disidencias de las Farc dejó tres militares heridos en la vereda El Pepinal, en El Plateado, jurisdicción de Argelia, Cauca. Según informes del Ejército Nacional, los atacantes utilizaron drones para lanzar seis granadas en tres ataques diferentes, hiriendo a los soldados con las esquirlas resultantes.

Los militares heridos se encuentran estables y están recibiendo atención médica por parte de los enfermeros de combate en la zona. El ataque es atribuido a la columna móvil Carlos Patiño, una de las facciones de las disidencias de las Farc que operan en el sur del Cauca. El Comando Específico del Cauca continúa realizando operaciones en la región para combatir estos grupos ilegales que afectan la seguridad del suroccidente del país.

Este no es un hecho aislado. Hace 20 días, en el mismo municipio de Argelia, un agricultor dedicado a la recolección de café falleció en un ataque similar. La región ha estado en constante tensión debido a la presencia de grupos armados ilegales y sus actos violentos.

En otro evento de violencia relacionado con las disidencias de las Farc, este miércoles también se registraron ataques en Jamundí, Valle del Cauca. Miembros del frente Jaime Martínez ingresaron al casco urbano del corregimiento de Potrerito y atacaron con explosivos y ráfagas de fusil la subestación de Policía. Los ataques comenzaron a las 5:30 de la mañana, provocando un cruce de disparos entre los disidentes y las fuerzas de seguridad.

La Alcaldía de Jamundí emitió un comunicado expresando su preocupación y anunciando medidas inmediatas para garantizar la seguridad de los habitantes. En respuesta al hostigamiento, el Ejército ha sido desplegado en la zona para proteger a la población y restaurar el orden. Las autoridades locales han pedido a la comunidad mantener la calma, permanecer en sus hogares y seguir las indicaciones de la fuerza pública.

Estos ataques subrayan la persistente inseguridad en varias regiones de Colombia, donde la violencia de los grupos armados ilegales sigue siendo una amenaza constante para la paz y la estabilidad.

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