Empresas Públicas de Medellín (EPM) y Emvarias han desplegado un amplio operativo para enfrentar la crisis de basuras en el relleno sanitario La Pradera, que atiende a 42 municipios. Este vertedero ha sido escenario de una serie de movimientos en masa de residuos provocados por las intensas lluvias, lo que ha llevado a las autoridades a implementar diversos procedimientos para evitar su cierre, una situación que podría desencadenar una emergencia ambiental en la región.
El gerente de EPM, John Maya, informó que la empresa ha destinado cerca de 16 mil millones de pesos para la remoción de residuos y así prevenir que las basuras lleguen al río Medellín. «Estamos trabajando intensamente para evitar una situación catastrófica. La complejidad del manejo de residuos en La Pradera requiere de soluciones rápidas y efectivas», indicó Maya.
El vaso Altaír, uno de los principales depósitos del relleno, dejó de recibir basura hace seis meses debido a su capacidad máxima, lo que obligó a la reapertura del vaso La Música, cerrado desde diciembre de 2014. Esta medida, aunque temporal, ha generado preocupación entre los expertos, ya que el depósito adicional abierto por EPM también enfrenta riesgos de desbordamiento.
La situación en La Pradera se complicará aún más si no se habilita el brazo La Piñuela a tiempo, previsto para funcionar a partir de enero de 2025 y con una vida útil de siete años. Hasta septiembre de 2024, la disposición de residuos se realizará en una zona extra habilitada recientemente. Sin embargo, las proyecciones a largo plazo muestran que la gestión adecuada y sostenible de los residuos sigue siendo un desafío crítico para la región.
La comunidad y las autoridades locales están en alerta, mientras se espera que las inversiones y las medidas tomadas por EPM y Emvarias logren estabilizar la situación en La Pradera, evitando un desastre ambiental que impactaría no solo a Medellín, sino a una amplia área del departamento de Antioquia.