En un trágico suceso que sacude al departamento del Cauca, un niño perdió la vida y otras dos personas resultaron gravemente heridas debido a una explosión en la carretera que conecta los municipios de Miranda con Corinto. El ataque ocurrió alrededor de la 1:45 p.m. del pasado viernes, justo cuando el menor, acompañado de su madre, se dirigía a su centro educativo.
Las primeras investigaciones apuntan a que el atentado fue perpetrado por las disidencias del frente Dagoberto Ramos, una facción del Estado Mayor Central de las Farc. Este grupo disidente, que ha intensificado sus acciones en la zona norte del Cauca, parece haber dirigido el ataque contra miembros de la Fuerza Pública, pero lamentablemente las víctimas fueron civiles inocentes que se encontraban en el lugar equivocado en el momento más inoportuno.
El impacto de la explosión fue devastador. Según los reportes de las autoridades locales, el artefacto explosivo detonó cerca del puente Güengüe, un área que ha visto un incremento en la violencia en los últimos meses. «Estamos ante una situación demencial, donde nuestros civiles, y peor aún, nuestros niños, son víctimas de esta escalada de violencia», declaró con consternación Walter Zuñiga, alcalde de Miranda. Este ataque se suma a otros dos incidentes con explosivos que han afectado al municipio en menos de 35 días, incluyendo un carro bomba el 11 de abril y otro incidente similar el 10 de mayo.
El fallecido fue identificado como Esteban Ipujan, un niño de 12 años que cursaba sus estudios en la localidad. La comunidad está conmocionada y el dolor por la pérdida de una vida tan joven se siente profundamente en toda la región. La madre del niño, Emma Mercedes Ipujan, quien también resultó herida en el ataque, fue trasladada a un centro asistencial local donde está recibiendo tratamiento por sus lesiones.
Este último acto de violencia ha reavivado el debate sobre la seguridad en la región y la efectividad de las medidas tomadas por el gobierno para proteger a sus ciudadanos de los grupos armados que aún operan en el país. Mientras tanto, la comunidad de Miranda y Corinto se une en luto, esperando justicia y medidas más firmes para prevenir futuras tragedias.
