Un nuevo giro en las investigaciones por corrupción en Colombia pone en el foco a la exalcaldesa de Bogotá, Claudia López, y su esposa, la senadora Angélica Lozano. Documentos obtenidos por la Fiscalía revelan conversaciones interceptadas que implican a ambas políticas en posibles delitos de cohecho propio, enriquecimiento ilícito e interés indebido en la celebración de contratos relacionados con la construcción del Metro de Bogotá.
Las interceptaciones destacan conversaciones entre José Joaquín Silva Ardila, exfuncionario del Ministerio de Transporte, y un empresario chino conocido como William o Dong. Estas conversaciones sugieren que grandes sumas de dinero, específicamente más de 10.000 millones de pesos, fueron dirigidas a financiar la campaña al Congreso del partido Verde, del cual Lozano es miembro destacada y tenía aspiraciones al Senado.
Según los fiscales, parte del dinero se utilizó para influenciar la adjudicación de contratos y obtener beneficios ilegítimos en la licitación y construcción de la primera línea del Metro de Bogotá. Estas acciones, si se confirman, constituirían graves violaciones a la ley y un abuso de poder que perjudica la integridad de las instituciones públicas.
Claudia López ha sido citada a comparecer ante la Fiscalía el próximo 16 de mayo, donde deberá responder por las acusaciones. Mientras tanto, la situación ha provocado un escándalo político que resuena en todo el espectro político colombiano, afectando la credibilidad de la administración anterior y poniendo en duda la eficacia de los mecanismos de control y transparencia en la gestión pública.
Este caso sigue desarrollándose y las autoridades han prometido llevar a cabo una investigación exhaustiva para determinar el alcance total de la corrupción y asegurar que los responsables rindan cuentas por sus actos.
