En un acto que destaca la importancia de las alertas tempranas y la acción rápida de las autoridades, el municipio de Montebello, en el Suroeste antioqueño, evitó una catástrofe potencial gracias a una evacuación ordenada antes de que una devastadora avenida torrencial arrasara con parte de la región. El alcalde Óscar Cuervo, tras recibir informes del aguacero y el monitoreo de afluentes desde la noche anterior, tomó la decisión crítica de evacuar a más de 100 familias de las veredas La Honda y Zarcitos, salvaguardando innumerables vidas.
Minutos después de la evacuación, la naturaleza hizo sentir su fuerza descontrolada. Una poderosa corriente de agua se llevó 30 casas en su avance, dejando sólo escombros donde antes había hogares. Aunque las familias más afectadas perdieron bienes materiales y algunos animales, el alcalde confirmó que no hubo pérdidas humanas y solo tres personas sufrieron lesiones leves, un testimonio del éxito de la evacuación.
El gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, llegó al lugar para coordinar las labores de rescate y apoyo a las 25 familias que aún esperaban ser evacuadas de zonas montañosas seguras, a donde habían huido. La logística de la evacuación se complicó debido a múltiples deslizamientos que dejaron partes del municipio incomunicadas y cerraron importantes vías como la Medellín-La Pintada y la que conduce del corregimiento de Versalles al casco urbano.
Este evento en Montebello es parte de una serie de estragos causados por la ola invernal que afecta a varias subregiones de Antioquia, con municipios como Caldas y El Retiro también reportando inundaciones y desbordamientos. La gobernación ha movilizado maquinaria y personal en 15 frentes para enfrentar la emergencia, mientras que el IDEAM mantiene a 17 municipios en alerta roja por riesgo de deslizamientos. Esta situación subraya la creciente amenaza del cambio climático y la urgencia de preparativos efectivos y respuestas rápidas ante desastres naturales.
