En un tenso intercambio durante una sesión del Concejo de Medellín, la concejala Claudia Carrasquilla, exfiscal de la ciudad, se vio nuevamente en el centro de la controversia debido a acusaciones relacionadas con un supuesto cartel de falsos testigos, una saga que comenzó durante su periodo en la Fiscalía. Este reciente enfrentamiento en el Concejo ha reavivado viejas rencillas y arrojado más sombras sobre su carrera.
Carrasquilla se defendió de las acusaciones planteadas por el abogado Alex Morales y Henry Cifuentes, quienes la implican en la creación de un cartel de testigos falsos utilizado supuestamente para asegurar condenas de cabecillas del crimen en Medellín entre 2016 y 2018. Morales y Cifuentes afirman que durante su dirección, Carrasquilla participó directamente en manipulaciones que llevaron a la cárcel a varios líderes del crimen local, incluyendo al conocido Gustavo Villegas, exsecretario de Seguridad.
La controversia cobró más fuerza cuando en la sesión plenaria del 11 de mayo, el concejal José Luis Marín del Pacto Histórico citó estos escándalos, acusando a Carrasquilla de utilizar prácticas corruptas tanto en su campaña para el Concejo como en su función anterior en la Fiscalía. La respuesta de Carrasquilla fue inmediata y vehemente, rechazando las acusaciones y argumentando que son ataques dirigidos a desacreditar su trabajo contra el crimen organizado y en la política.

Además de las disputas verbales, la situación escaló cuando se reveló un video donde Juan Camilo Posada, un testigo clave en 2022, admitía haber sido presionado por Morales y Cifuentes para declarar contra Carrasquilla. Este testimonio ha sido presentado por Carrasquilla como prueba de su inocencia y manipulación por parte de sus adversarios.
Este escándalo no solo ha sacudido los cimientos del Concejo de Medellín sino que también ha planteado serias preguntas sobre las tácticas utilizadas por las autoridades judiciales y su impacto en la justicia y la política local. A medida que la situación continúa desarrollándose, tanto los defensores como los detractores de Carrasquilla permanecen atentos a cualquier nuevo desarrollo.