En un acto sin precedentes, más de 35.000 ciudadanos tomaron las calles de Medellín este 6 de marzo, marcando un hito en la historia reciente de Colombia. La movilización, que se extendió por las principales avenidas de la ciudad, fue una clara muestra de descontento hacia las políticas actuales del gobierno de Gustavo Petro, especialmente en lo que respecta a las reformas de salud, pensional y laboral que actualmente se debaten en el Congreso. Según cifras oficiales, la multitud equivalía a llenar el 80% del estadio Atanasio Girardot, aunque los organizadores sugieren que la cifra podría ascender hasta los 50.000 participantes.
La capital antioqueña no solo se destacó por su número de asistentes sino también por ser el epicentro de una serie de manifestaciones que tuvieron lugar en 11 ciudades a lo largo y ancho del país. Sin embargo, fue en Medellín donde el clamor popular resonó con mayor fuerza, en una jornada que transcurrió de manera pacífica pero firme, bajo el lema de «Fuera Petro» y «Patria o Petro», voces que se alzaron unánimes en busca de un cambio.
La protesta no solo contó con la participación masiva de los ciudadanos, sino también con la presencia de figuras políticas destacadas, especialmente del partido Centro Democrático, quienes no dudaron en sumarse a las voces de descontento. Entre ellos, la senadora María Fernanda Cabal, quien ha sabido ganarse el apoyo de la comunidad antioqueña, se posicionó como una de las figuras más destacadas de la jornada, al declarar a Medellín como un bastión anticomunista crucial para el futuro político del país.
Este evento marca un punto de inflexión en la política colombiana, demostrando que la ciudadanía está dispuesta a movilizarse en defensa de sus derechos y en contra de aquellas reformas que perciben como perjudiciales para el futuro del país. La jornada concluyó sin incidentes, dejando en claro que, más allá de las diferencias políticas, el deseo de un país mejor y más justo une a los colombianos. Este 6 de marzo, Medellín no solo fue el centro de atención nacional sino que también envió un mensaje claro al gobierno de Petro y al Congreso: el pueblo colombiano está atento y no permanecerá en silencio ante las decisiones que afectan su futuro.
